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Los chicos dicen No a la reforma “Escuela del Futuro”

 

Por María Sucarrat
Fotos: Silvana Colombo

 

Los chicos y chicas que asisten a escuelas secundarias en la Ciudad de Buenos Aires pelean casi en silencio. Se oponen oponen a la reforma educativa llamada “Escuela del Futuro” que, programada para 2018, busca entre otras cosas incluir a los jóvenes del último año de secundaria de manera obligatoria en una modalidad de trabajo en empresas u organizaciones no gubernamentales.

Apenas se supo de la noticia de la reforma, alumnos y alumnas de la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, del barrio de Barracas, comenzaron el reclamo. Y aunque fueron sancionados y amenazados con ser trasladados a una institución de menores, la noticia no logró lugar en los medios hasta el miércoles 6, cuando estudiantes de más de una docena de colegios se movilizaron desde Palacio Pizzurno hasta el hasta el Ministerio de Educación de la Ciudad con una consigna:

“En defensa de la educación pública. No a la reforma “Secundaria del futuro”.

Aparición con vida de Santiago Maldonado.

Basta de violencia y persecución a la juventud”.

Aunque la marcha fue multitudinaria, los representantes de las escuelas no lograron ser recibidos ni escuchados por la ministra de Educación, Soledad Acuña.

“Las tomas se realizan en rechazo al proyecto de la “Secundaria del Futuro” que difundieron desde el Gobierno de la Ciudad a través de unos pdf con gráficos y dibujitos que explica lineamientos pero no da detalles de lo que, según dicen ellos, es una profundización la NES”, cuenta Sebastián Mark, consejero resolutivo por el claustro estudiantil en el Colegio Nacional Buenos Aires y consejero de convivencia del turno mañana.

Los chicos y las chicas no salen de su asombro. La reforma prevé una división de la escuela secundaria: un ciclo básico de dos años, un ciclo orientado de igual duración y un “año integrador y formativo más allá de la escuela” que tendrá a su vez, dos partes: “50% del tiempo escolar destinado a la aplicación de los aprendizajes en empresas y organizaciones según talentos e intereses de cada alumno” y otra mitad “destinada al desarrollo de habilidades y proyectos relacionados al emprendedurismo”. El gobierno porteño pretende aplicarla en 17 escuelas en 2018, 42 en 2019; 42 en 2020 e igual número en 2021.

Pedro Criscolo, estudiante del último año del Instituto Lenguas Vivas y miembro de la Federación de Estudiantes Secundarios coincide con Sebastián: la nueva reforma no se trata de la adaptación del viejo proyecto sino de cambio radical en la escuela secundaria. “Ya vivimos la reforma de la NES. Por eso sabemos que implica un nuevo ajuste a la educación pública”, explica Pedro. “Más allá de que las pasantías laborales en 5to año nos hacen mucho ruido. Habrá miles de pibes y pibas en el mercado que generarán mano de obra barata, cuando aún no terminaron de estudiar.”

Federico Rudi es alumno de quinto año del colegio preuniversitario Carlos Pellegrini y pertenece a la Organización Oktubre. Para él la reforma es un tubo de ensayo de lo que será la educación a nivel nacional. “La situación de los y las docentes a partir de que se borra su concepción como tales y se lo empieza a denominar facilitadores, orientadores o tutores. Eso sumado a que el 70% de las horas sean trabajadas mediante una computadora, lo que profundiza la desigualdad en estudiantes que no tienen la misma realidad en sus casas y que no pueden estudiar desde una computadora. Es una educación para el individualismo donde todos y todas van a pasar poco tiempo con otros y de paso la escuela se desentiende de su rol socializador”, explica. “Los docentes pasarán un 30% del tiempo en las aulas y el resto del tiempo los alumnos estarán con facilitadores utilizando un sistema que llaman Gaming.”

Pedro dice que otro de los grandes reclamos es “la aplicación de la Educación Sexual Integral, la perspectiva de género y el protocolo contra la violencia, la violencia machista y la discriminación”.

La ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, a través de la Dirección de Enseñanza Media que depende de su cartera, había habilitado a los directores a que denuncien tomas de los colegios. Mediante un instructivo girado a las escuelas explica el protocolo de aplicación, en el que se destaca la posibilidad de hacer la denuncia policial: “Los ilícitos que se estarían configurando, según el criterio del fiscal, pueden ser: violación de domicilio o usurpación (ambos delitos); y la contravención del Art. 58 (ingreso o permanencia de personas en lugar público/privado contra la voluntad del titular)”.

La circular del Ministerio alertó a Amnistía Internacional Argentina. El organismo, a través de su directora ejecutiva Mariela Belski, emitió un pedido de información al jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, y a la ministra Acuña. Su preocupación tiene que ver con que la respuesta ofrecida por el Estado frente a reclamos educativos sea “la intervención de las fuerzas de seguridad, en una muestra de la criminalización del derecho de participación de los estudiantes, lo cual es incompatible con un Estado de derecho en donde las personas tienen la potestad de manifestarse y reclamar a las autoridades”.

La Convención de los Derechos del Niño garantiza el derecho de niños, niñas y adolescentes a ser oídos y a expresarse libremente, e impone, como correlato, que los Estados se abstengan de imponer restricciones irrazonables al ejercicio de estos derechos. Los jóvenes tienen derecho a expresar sus opiniones e ideas e incidir en políticas públicas relacionadas a asuntos que los afectan directamente. Por esa razón, explica Belski, “el documento impone a los responsables legales de los establecimientos educativos criterios de actuación que entran en conflicto con derechos constitucionales, vulnerándose el derecho de los estudiantes de participar en las políticas que les conciernen, a ser oídos en sus reclamos y a manifestarse libremente. El Estado tiene que encontrar respuestas en el marco del respeto al marcol legal y derechos constitucionales”.

Finalmente, y después de la movilización del miércoles 13, en la que la ministra Acuña recibió sólo a aquellos alumnos cuyas escuelas no están en toma, la circular fue suspendida merced a una cautelar “a efecto inmediato” dispuesta por la jueza en lo contencioso administrativo y tributario de la Ciudad de Buenos Aires, Elena Liberatori: “Mediante la presentación efectuada se denuncia que, ante nuevo conflicto con los estudiantes en virtud de la implementación del programa “La secundaria del futuro” se ha hecho circular a las casillas de correos electrónicos de los directivos de las escuelas el instructivo dejado sin efecto en 2013”.

***

A un mes del conflicto, a través de las asambleas, los estudiantes decidieron levantar la ocupación en los colegios: de los más de 30, sólo quedan cinco que van en el mismo proceso. “Se entregó un petitorio al Ministerio de Educación. Esperamos una respuesta por sí o por no en estos días”, cuenta Agustín Prieto, presidente del Centro de Estudiantes del Mariano Acosta.

En conferencia de prensa, los estudiantes explicaron que se pidió la suspensión de la reforma por un año y la constitución de un congreso pedagógico formado por el alumnado, docentes, padres madres, el Ministerio y especialistas en Educación. “La Asesoría tutelar del Menor, además, presentó un amparo pidiendo exactamente lo mismo que nosotros, porque hubo una violación al derecho de Información Pública: el documento se subió recién la semana pasada y no presentaron la lista de las escuelas piloto después de una intimación de 24 horas. También se pidió que se creen espacios resolutivos de participación estudiantil, según lo marca la Ley Nacional de Educación en su artículo 126 inciso i y el Derecho de los Niños, Niñas y Adolescentes, entre otras cosas”, explica.

Los estudiantes, luego de reunirse con la subsecretaria de Coordinación Pedagógica Andrea Bruzos y de Equidad Educativa y Javier Tarulla subsecretario de Carrera Docente del Ministerio de Educación de la Ciudad, rechazaron la propuesta de modalidad de reuniones por regiones. La ministra Soledad Acuña no fue parte del encuentro.

En el mismo momento en que los estudiantes realizaban la conferencia de prensa, la jueza en lo contencioso administrativo y tributario de la Ciudad, Elena Liberatori, insistió en que la ocupación de los establecimientos educativos por parte de alumnos, que se oponen a la reforma, no es un delito. “Las tomas no están tipificadas en la Constitución Nacional, no existe ese tipo de delito”, declaró en FM La Patriada. “Este tipo de situaciones no pueden ser entendidas como delitos de usurpación, esos están referidos a la propiedad privada. Una escuela no es un establecimiento comparable con el caso de una cochera de un vecino al que yo le quiero usurpar la suya», respondió sobre las declaraciones del ministro de Justicia, Germán Garavano, quien las consideró “una ilegalidad”.

Pero las tomas prometen volver. Los estudiantes luchan contra la reforma Escuela del Futuro. “Por más que en los medios de comunicación esté diciendo todo el tiempo que las tomas se están levantando y quieran presentarlo como una derrota del movimiento secundario, lo que sucede es que existe la definición política por parte de la Coordinadora de Estudiantes de Base de levantar la medida de fuerza por un par de semanas al menos para dejar que el Ministerio decida, o no, abrir las instancias de diálogo para discutir la reforma en conjunto”, dice Rudi del Pellegrini. “En caso de que eso no suceda, volveremos a tomar las escuelas.”

 

Si querés leer el petitorio estudiantil completo, click aquí: Declaración estudiantes

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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