Las organizaciones integrantes de Infancia en Deuda manifestamos nuestra profunda preocupación por la decisión del Gobierno Nacional de vaciar el Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA), dejándolo sin sus equipos de trabajo territoriales y sin insumos.
El Plan ENIA es un programa integral que tiene la función de brindar consejería en salud sexual en escuelas secundarias y espacios comunitarios, y de garantizar el acceso a métodos anticonceptivos en centros de salud.
Con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el Estado Argentino implementó este programa en 2018 durante el Gobierno de Mauricio Macri y la gestión de Alberto Fernández lo continuó. Es un programa efectivo: cinco años después de su implementación, el Plan ENIA redujo la tasa de fecundidad adolescente del 49 al 27%. (Fuente: Censo 2022)
El Plan ENIA ha sido crucial para reducir embarazos adolescentes no intencionales. El Censo 2022 reveló una disminución del 50% en la cantidad de adolescentes con hijos, pasando del 13,1% en 2010 al 6,4% en 2022.
Esta eficacia se traduce en un ahorro significativo para el Estado, evitando gastos relacionados con la atención del embarazo, el parto y sus complicaciones en edades tempranas equivalentes al 0,16% del PBI. El costo de prevenir un embarazo no intencional en la adolescencia es muy bajo comparado con los beneficios que ocasiona para la mujer y la sociedad en su conjunto. El Estado Argentino invierte $7.597 millones anuales en atención sanitaria de embarazos adolescentes en el subsistema público de salud -el equivalente a U$D 200 millones-, cifra que supera en casi siete veces los $1.150 millones que se «ahorrarían» con la desvinculación de 619 trabajadores del programa. (Fuente: Informe Milena – UNFPA)
Las adolescentes que se convierten en madres tienen desafíos significativos en su trayectoria educativa y laboral. La tasa de desempleo que enfrentan es de 21,4%.
Según el informe Milena, el embarazo en la adolescencia y la maternidad temprana es uno de los determinantes más importantes de la reproducción intergeneracional de la pobreza al impactar negativamente en la trayectoria educativa de las madres niñas y adolescentes, al afectar las trayectorias laborales de las mujeres que fueron madres en la adolescencia y al aumentar los riesgos de salud para las madres y sus hijos e hijas.
La baja de la tasa de fecundidad adolescente total ha sido mayor en las provincias que tienen el Plan ENIA. (Fuente: UNICEF-SAP. “Situación de la población adolescente en Argentina”, 2022)
Todavía persisten importantes brechas regionales. Por ejemplo, se destacan las mayores tasas de fecundidad adolescente en Santiago del Estero, Misiones y Formosa con un promedio de 1,7 hijos por mujer. (Fuente: INDEC, Censo 2022.Resultados definitivos. Fecundidad)
Desfinanciar el Plan ENIA no solo priva a las adolescentes de asesoramiento y apoyo esencial sino que también perpetúa ciclos de pobreza y desigualdad. Este programa ha sido una política pública exitosa que ha transformado positivamente la vida de miles de adolescentes en Argentina. Desmantelarlo o desfinanciarlo es un grave retroceso en nuestros esfuerzos por garantizar el bienestar y el futuro de las jóvenes argentinas.
