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Presente y futuro de las infancias: las propuestas para estas elecciones

En el marco de las próximas elecciones legislativas, nos planteamos el objetivo de conocer y difundir las propuestas de política pública que se presentan en relación con las infancias y adolescencias.

En el marco de las próximas elecciones legislativas, desde Infancia en Deuda nos planteamos el objetivo de conocer y difundir las propuestas de política pública que se presentan en relación con las infancias y adolescencias. Como parte de esa iniciativa, en septiembre pasado invitamos a las candidatas y los candidatos de las tres principales agrupaciones partidarias de la provincia de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Salta a que respondan una pregunta enfocada en la problemática de la pobreza, que en el país afecta a más de la mitad de la población de 0 a 14 años.  

Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Pregunta Infancia en Deuda:

El 16,5% de las personas que residen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son pobres y el 5,3% viven en condiciones de indigencia. Si bien este es uno de los distritos con mayor nivel de desarrollo del país, entre 2018 y 2019 la tasa de mortalidad infantil aumentó de 6 por cada 1.000 nacidos vivos a 7,3, según los últimos datos del Ministerio de Salud de la Nación.  ¿Cuál es el diagnóstico que hace su fuerza política de esta situación y cuál es su propuesta para revertirla?

Respuestas*:

Myriam Bregman, candidata a diputada nacional por el Frente de Izquierda-Unidad

El diagnóstico es que durante este año y medio de pandemia y arrastrado de los cuatro años de gobierno macrista, la pobreza está llegando a estadísticas similares a las peores crisis en Argentina. No se puede advertir sólo en la Ciudad de Buenos Aires: si se miran los números que publicó el INDEC a nivel nacional la pobreza alcanza a cerca de 18,6 millones de personas en todo el país. Un salto enorme. Y la pobreza infantil afecta a casi 6 millones de niñes y adolescentes. Esta pobreza estructural en Argentina que nunca ha dejado de crecer, desde el fin de la dictadura a esta parte, y que ningún gobierno resolvió. 

La orientación social durante el último tramo de la pandemia fue eliminar el IFE y acordar y pagar los vencimientos de deuda al FMI, junto con garantizar los negocios de los grandes capitalistas, del campo como lo vemos en las decisiones del nuevo gabinete, de los industriales. En la Ciudad de Buenos Aires, durante el primer año de la pandemia tuvimos recurrentes crisis en los barrios de emergencia, personas que se quedaron sin trabajo, hacinados y hacinadas en viviendas por el déficit que tiene la Ciudad, sin agua y sin luz en muchos barrios. Se sumó a una problemática de déficit de vacantes en la escuela pública y un empeoramiento de la calidad de la comida en sus comedores. Crímenes sociales como el caso de Ramona y más recientemente el desalojo a las mujeres y familias en la Villa 31 que peleaban por una vivienda. Mientras tanto en la Ciudad se siguen favoreciendo los negocios de los grandes pulpos inmobiliarios y constructoras, y se siguen votando en la Legislatura proyectos de negocios inmobiliarios y con la construcción, que muchas veces salen con los votos también de la oposición del peronismo. 

La postergación de la atención de la salud de niñas/os afecta a una proporción elevada de hogares y atraviesa a las infancias, afectando incluso mayormente a los estratos medios de clase obrera integrada. (UCA- 2020). Una proporción muy significativa de hogares con niñas/os, según el reporte de sus adultos de referencia, han demorado la vacunación de al menos uno de sus hijos/as como efecto de la cuarentena (22%). Pero la situación de déficit se duplica cuando se trata de los controles preventivos de la salud de niños/as sanos/as. En efecto, el 44% de los hogares reportaron que tuvieron que postergar la visita de control o preventiva de la salud de al menos uno de las /os niñas/os del hogar (UCA -2020).

El 49,5% de niñas, niños y adolescentes de menos de 17 años, en CABA vive en hogares pobres, según datos del segundo trimestre del 2021. Sobre casi 700.000 menores y adolescentes porteños, 343.000 viven en hogares con insuficiencia de ingresos para comprar una canasta básica (DGEyC – 9/2020). En el primer trimestre de 2021, la pobreza alcanza al 19,7% de los hogares (257.000 hogares) y al 26,5% de las personas (817.000 personas). En este período se expanden tanto la indigencia como la pobreza no indigente, hasta adquirir los niveles más altos de la serie iniciada en 2015 para un primer trimestre (DGEyC, 2021). Según el Indicador Barrial de Situación Nutricional (IBSN), el 42,1% de las y los niños y adolescentes de +2 a 18 años que asisten a comedores y merenderos presentan malnutrición. El 50,21% en CABA – 41,98% en PBA – 39,2% por exceso (18,6% por sobrepeso y 20,6 % por obesidad) – 2,9% por déficit (bajo peso) (ISEPCI, abril 2021). En el 2019 era un 43,8%; es decir, en casi dos años en este rango etario la malnutrición se incrementó 5,3 puntos porcentuales. De 10 a 18 años presentaban malnutrición el 40.4% de les jóvenes y en esta oportunidad fue de 46,4 %; lo que implica un aumento de 6 puntos porcentuales (ISEPCI, abril 2021) 

Nosotras obtuvimos dos fallos favorables para que la alimentación de niñas y niños ante esta situación en las escuelas sea de calidad y cumpla con los nutrientes necesarios y logramos durante la pandemia que se deje de entregar un sandwich de paleta y queso por un bolsón de comida, y luego que se agreguen más alimentos a la canasta. Hoy que volvió la presencialidad eso retrocedió. Tenemos un proyecto presentado para que todos los comedores escolares pasen a la órbita del Estado y se termine con el negocio de las concesionarias que juegan con el hambre de los chicos y las chicas. 

A su vez proponemos y peleamos porque se aumenten considerablemente los presupuestos de la Ciudad tanto para educación, para comedores comunitarios, y para todas las partidas sociales. 

Asimismo, partimos de la necesidad urgente de un plan integral de vivienda social. No hay una salida posible a este problema sistémico si no se ataca la concentración de la propiedad privada en manos de los grandes pulpos inmobiliarios y desarrolladores y se les siguen dando beneficios impositivos para que desarrollen sus negociados como se hizo en plena pandemia. Una medida urgente es el impuesto a las viviendas ociosas que se encuentran deshabitadas producto de la especulación inmobiliaria. También hay que tomar el ejemplo de Berlín, ¿o acaso acá no deberíamos avanzar en la expropiación de las grandes empresas que tienen una enorme cantidad de inmuebles vacíos y ponerlos rápidamente a disposición de las familias que están en emergencia? Por eso otra medida urgente es declarar la Emergencia Habitacional que incluya la prohibición de los desalojos, así como la creación de una agencia social con control de los trabajadores y habitantes, que cuente con un registro y banco de inmuebles disponibles para administrar el acceso a la vivienda que se recupere, teniendo en cuenta las necesidades de la población. Peleamos también por la urbanización real de las villas y asentamientos, con participación de sus propios habitantes, como reclaman las distintas coordinadoras por vivienda, poniendo en pie organismos de auto organización comunales o barriales que nucleen y releven la demanda habitacional de forma territorial.

Respecto al trabajo, la propuesta de la izquierda es la de pelear por la reducción de la jornada legal de trabajo a 6 horas y 5 días a la semana (30 horas semanales) sin rebaja salarial, junto con el reparto de las horas de trabajo entre todas las manos disponibles, entre todas las trabajadoras y todos los trabajadores, ocupados y desocupados, formales e informales, con un salario como mínimo equivalente a lo que se necesita para vivir. A nivel general de la economía, el reparto de las horas de trabajo entre todas las manos disponibles y la reducción de la jornada laboral permitiría absorber a todas las trabajadoras y trabajadores desocupados que buscan un empleo. Solo aplicada a las grandes empresas, esta propuesta permitiría crear 900 mil nuevos puestos de trabajo genuino. Planteamos que es urgente la construcción de un plan de viviendas que, además, podría generar miles de puestos de trabajo genuino. Será uno de los primeros proyectos que presentaremos si conquistamos una banca en el Congreso: construcción de viviendas populares, y acceso prioritario para las mujeres en situación de violencia.

En este marco planteamos también la exigencia de la creación por parte del Estado de instituciones de cuidado para les niñes y adolescentes (jardines materno-parentales, establecimientos de educación inicial, primaria y secundaria, de doble jornada), así como licencias materno-parentales y servicios de cuidado en los lugares de trabajo, para terminar con una organización social y política del cuidado que reproduce la desigualdad socio-económica y de género de las mujeres y de sus hijes y les condena a la pobreza.

María Eugenia Vidal, candidata a diputada nacional por Juntos por el Cambio

Si bien la mortalidad infantil tuvo un leve aumento durante el 2019, se mantuvo en números similares en comparación con 2017. Al medirse en tasa, la mortalidad infantil depende de la cantidad de fallecimientos y, también, de la cantidad de chicos que nacieron. La tasa de mortalidad infantil en 2019 fue de 7,1 y la de 2019 de 6,7; pero, en 2019, la cantidad de nacimientos bajó con respecto al 2017 de 35.021 a 33.397. Con lo cual, los números crudos de defunciones son similares. Estos fallecimientos responden a patologías congénitas, y en su mayoría no son prevenibles. Por otra parte, es importante aclarar que las cifras corresponden a la totalidad del sistema de salud y son diferentes a las estadísticas que se registran en la red de salud pública exclusivamente. Por supuesto, desde la Ciudad, lamentamos cada muerte, y venimos trabajando desde hace 12 años en herramientas y políticas públicas que ayuden a descender esta tasa, con resultados considerables. Muchas de las políticas que llevamos adelante tienen que ver con mejorar la atención durante el embarazo, como el control y seguimiento del embarazo de alto riesgo en maternidades de mayor complejidad, la adecuación del control del embarazo y el diagnóstico prenatal de malformaciones congénitas; la prevención y promoción del cuidado durante el embarazo con la política de alcohol y consumo de sustancias cero durante el mismo y la regionalización de la atención del embarazo de riesgo en maternidades de alta complejidad. Y también en políticas específicas para dar una mejor atención al recién nacido y durante su primer año de vida, como el fortalecimiento de la regionalización de la atención del recién nacido prematuro extremo, y la articulación y regionalización de la red de cirugía del recién nacido. De hecho entre los compromisos públicos del Gobierno de la Ciudad, está el de las 7 consultas pediátricas durante el primer año de vida. Un compromiso con el cual incorporamos 173 nuevos equipos de salud compuestos por un médico clínico, un pediatra y un enfermero para poder cubrir toda la Ciudad, y que cumplimos en 2019. Por supuesto, sabemos que falta porque mientras haya un solo chico que muera por alguna causa prevenible tenemos que seguir poniendo todo el esfuerzo en evitarlo. Por eso, seguimos fortaleciendo los programas existentes como la política de CESACS con la que garantizamos que todas las familias cuenten con un centro de salud a 15 minutos de su casa y la digitalización del sistema de turnos para simplificar los procesos. Y, también, evaluamos constantemente la implementación de nuevas políticas que nos ayuden a bajar la mortalidad infantil.

* Se invitó a participar también a Leandro Santoro, candidato a diputado nacional por el Frente de Todos, pero no envió su respuesta.

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