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¿Qué se celebra el Día del Niño? ¿Hay motivos para celebrar?

Un celular, una tablet con protector de goma, un Transformers Rescue Bots Playskool Heroes Hasbro Hoits Grua, una muñeca Elena de Avalor. Y un disfraz. El Día del Niño siempre es una fiesta. Sin embargo, los regalos tienen poco tienen que ver con el motivo de la celebración que nació por una recomendación de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Regalos más, regalos menos, el verdadero motivo es dedicar el día a “la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo entero, al bienestar de los niños del mundo y también a intensificar y extender los esfuerzos de las Naciones Unidas a favor y en nombre de todos los niños del mundo”.

En la Argentina, las cifras de venta de regalos para esa celebración son publicadas en los medios de comunicación como un indicador más de la economía, al igual que la venta de autos o las toneladas de soja. Sin embargo, el 45,6% de los niños, niñas y adolescentes de hasta 17 años que viven en las ciudades del país se encuentran en situación de pobreza según el Indec. Unicef lo confirma: son 5,6 millones. Más de la mitad. El doble que los adultos. Y aunque disminuyó la tasa de pobreza en la infancia y la adolescencia, según el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), todavía es el doble de la de los mayores de 18 años. La cifra que da el Indec sobre la indigencia es alarmante: el 9,6% de niños, niñas y adolescentes vive en esa condición.

“La niñez es el grupo etáreo más vulnerable. Y esa vulnerabilidad se viene profundizando. En la Argentina, las peores condiciones se concentran en los niños, quienes deberían ser los más protegidos”, dice Gala Díaz Langou, directora de Protección Social de Cippec. “Es muy difícil que esa situación pueda ser revertida.”

Más allá de los regalos y de los índices comerciales: ¿Cuál es la deuda que la Argentina tiene con la infancia?

“Sin dudas, una de las más importantes es el nombramiento del Defensor Oficial del Niño. En septiembre, la demora en el proceso de designación cumplirá 12 años”, reclama la abogada Carmen Ryan, coordinadora del área de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ). “Por eso es importante visibilizar las temáticas en las que debería actuar el defensor.”

Díaz Langou pone el foco en las transferencias que reciben las familias también por parte del Estado. Entiende que es fundamental revisar la Asignación Universal por Hijo pero también las Asignaciones Familiares contributivas y las deducciones de los trabajadores que pagan impuesto a las Ganancias. “De estas tres variables, hay población que queda afuera, un 30% de familias que, en general, son las que tienen más niños y niñas. Esa es la punta del ovillo para revertir la infantilización de la pobreza”, dice.

El Observatorio de la Universidad Católica Argentina da cuenta de que el 25,2% de los niños, niñas y adolescentes sufre privaciones en el espacio de la vivienda, hacinamiento y mala calidad de los materiales de construcción. Sin embargo, el espacio de la escuela no brinda mejores condiciones. “La falta de infraestructura para la educación inicial y la escasez de centros de cuidado infantil tiene un impacto negativo no sólo en las oportunidades educativas de esos niños y niñas sino que además afecta las posibilidades de las mujeres de esas familias de insertarse laboralmente”, señala la abogada Natalia Gherardi, directora ejecutiva de Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA).

Son muchos los niños y niñas que no pueden acceder al nivel inicial.: tres de cada diez.  “No acceder al nivel inicial marca las condiciones futuras de educación. Ir o no ir a un centro de primera infancia genera la primera diferencia”, explica Días Langou. “De la franja más rica, accede el 70% y de la más pobre, menos del diez.”

En la Ciudad de Buenos Aires, según consta en la página web municipal, ese nivel brinda “servicio educativo a la población infantil comprendida entre los 45 días de vida y los 5 años de edad, promoviendo ámbitos propicios para cubrir las necesidades afectivas, educativas y de contención social de los niños y estimulando mecanismos de participación y trabajo conjunto entre las familias y la escuela”. Sin embargo, mientras que en 2006 hubo 6.000 personas en lista de espera, en 2017 aumentaron a 10.500. “El número se conserva y creció la demanda de personas que quieren acceder a la gestión pública. El salto es de un 50 por ciento”, agrega Ryan. “Lo más preocupante es que en el Gran Buenos Aires hay niños y niñas que directamente no están accediendo a la escuela. En Cuartel V, por ejemplo, hay 191 niños y niñas que no van al colegio. No tienen escolarización. Otros 500 viajan muchas horas para llegar. La situación es grave. Se están enviando a algunos lugares aulas modulares que no tienen las condiciones que tiene una escuela: patio, aulas, baño.”

En un 80%, las mujeres son las responsables de los hogares y del cuidado de los niños, niñas y adolescentes. Gherardi alerta acerca de la obligación del Estado de trabajar por la erradicación de la violencia contras la mujeres y en particular su forma más extrema, el femicidio. “Una política de prevención fundamental es la educación, promoviendo la erradicación de estereotipos de género desde la primera infancia a través de la educación sexual integral. Esta es una de las principales deudas del Estado, con una ley vigente que es largamente incumplida en todo el territorio del país”. Según Unicef, las niñas de 11 años o más sufren un riesgo diez veces más alto que los niños de la misma edad de ser sometidas a un acto de violencia sexual. “Los casos de abuso sexual en la infancia deben ser abordados con mayor compromiso desde todas las áreas del Estado. Es inaceptable que, en los pocos casos en que estás situaciones son denunciadas, la justicia se detenga a evaluar y cuestionar las palabras de las mujeres y sus niños y niñas en base a miradas estereotipadas y prejuiciosas antes que tomar medidas para mejorar su acceso a la justicia”, explica.

Las especialistas coinciden en colocar al derecho a la alimentación en la columna deudora puesto que desde 2005 no hay estadísticas que permitan saber el estado nutricional en la infancia y adolescencia. Un relevamiento interno de la organización Barrios de Pie da cuenta de que al menos el 40% de los niños y niñas que asiste a comedores comunitarios tiene bajo peso.

A pesar de la gravísima falta de atención que la niñez y la adolescencia reciben por parte del Estado, el Día del Niño se festeja a lo grande en la Argentina. Padres, abuelos, tíos habrán hecho colas en las jugueterías para agasajar a los niños y niñas de la familia. Otros habrán recibido regalos en el merendero, en el centro de día o al interior de un penal. Un grupo demasiado grande no recibirá nada. Ni siquiera sabrá qué se festeja. Es el grupo acreedor de una deuda que no sabe cuándo ni cómo la va a poder cobrar.

Texto: María Sucarrat.

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